Una forma bastante exacta de predecir las tecnologías del futuro es observar las patentes que se registran en la actualidad. Es asombroso pensar en tecnologías tan comunes como el motor diésel, las lentes de contacto, las escaleras mecánicas o el fax fueron inventados en el siglo XIX. Aunque su comercialización tardó algunos años en llegar al gran público.

En general a las empresas líderes les gusta el ejercicio de patentar y lo hacen un día sí, otro también. Veamos dos ejemplos de lo que se cocina en los laboratorios de empresas como Microsoft o Sony.

Microsoft ha patentado recientemente una memoria que se autodrestuye. En realidad, tras este pomposo titular se esconde una memoria flash que se borra al cabo de una hora. Se trata de un dispositivo útil para que tus datos privados no lleguen a manos extrañas. La memoria tendrá un color especial que la diferenciará del resto para evitar confusiones.

Sin duda practico, pero me pregunto… ¿no hay formas similares de hacer esto por software?

Otra patente curiosa es la que ha presentado Sony en 2005: un sistema de sonido que usa nuestro cuerpo como transmisor. El desarrollo puede transmitir música desde un emisor (el reproductor MP3) a unos auriculares inalámbricos, a través de corrientes en nuestro cuerpo. Es decir nos convertimos en un condensador para el reproductor.

Vale, las tecnologías inalámbricas lo van a inundar todo en breve y la duda razonable es: ¿son o no perjudiciales para la salud?

Es difícil hacer pronósticos acertados en tecnología. Según algunos pronósticos efectuados en los años 80, actualmente en la luna deberían existir ciudades humanas y en vez de usar coche tendríamos que estar tripulando naves interplanetarias. Sin embargo si miramos las patentes veremos un poco más cerca hacia donde nos lleva el futuro tecnológico.

Fuente Xataka , Engadget

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